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OPINION | Importadores arroz se quedan con el moño hecho

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EL AUTOR es periodista. Reside en Juan Dolio, San Pedro de Macorìs

POR PEDRO CABA

Se quedaron con el “moño hecho” todos los importadores, principalmente la Asociación Dominicana de Importadores que se prepararon para el gran negocio que hubiese significado tener que importar hasta 14 millones de quintales de arroz por año, y creciendo.

No hay dudas de que los aprestos incluyeron contactar y asociar intereses con regiones de productores norteamericanos que tenían los mismos propósitos. Hasta naves se tenían ya subcontratadas para esos fines.

La Federación Dominicana de Comerciantes (FDC) que proclama voz en cuello apoya los productores nacionales adquirió un buque con los mismos fines, y ya lo tiene operando en la región. Para que se vea que en cuestión de intereses nadie da brazo a torcer.

Gobierno Adelantó y dio los Pasos Necesarios para Preservar el Cultivo

El gobierno consciente del desaliento que invadía inicios de este año a los productores de arroz y todos los demás intervinientes en la actividad tuvo que desarrollar iniciativas para enfrentar la situación:

1. Mantener y profundizar todos los programas de apoyo a los cosecheros, tales como pignoración con el BR como soporte, créditos del Bagrícola, preparación de tierras a medianos y pequeños reformados e incentivos a los centros de investigación y desarrollo, como a los programas de extensión, de semillas mejoradas.

2. Liderar en la Comisión Nacional Arrocera un programa de incremento escalonado de precios a los cosecheros que superar el débil equilibrio de rentabilidad hasta entonces operante.

3. Dar por agotada la gestión diplomática ante USA y los centroamericanos para revisar el TLC y dar paso a la fórmula de “salvaguarda”, expresada mediante Decreto, que preserva el acuerdo para los países menos desarrollados relacionada con cultivos críticos para su alimentación.La oposición política , los medios de comunicación relacionados con las empresas importadoras o con proyectos de poder político, nunca lo van a reconocer. Lo que sí conocen lo que se ha hecho, los cosecheros, los molineros y procesadores sí lo saben y es lo que importa.

Ahora Quieren Distraer al Gobierno Procure Ante Trump Revisar TLC

El lunes antepasado el economista Andy Dauhajre le tiende en El Caribe la trampa al gobierno de que aproveche el nuevo gobierno de Trump para reiniciar la gestión de modificar el tratado de libre comercio para preservar el arroz de producción nacional.

Andy está consciente de lo que esto significa, porque habría primero que poner de acuerdo a toda Centroamérica, veleidosa por naturaleza y repleta de intereses, en ese propósito y luego al duro departamento de Agricultura de USA y a los influyentes cultivadores de arroz de ese país, que ya muchos problemas de competencia exterior confrontan y dificultan sus exportaciones. Ya lo intentó el gobierno y no se pudo.

Lo que pretende Andy es reactivar el desaliento en los productores y en el gobierno para que no siga adelante con la tarea de hacer más eficiente el cultivo del arroz en el país mediante:

a) Terminar de nivelar las tierras arroceras, sólo niveladas en un 30% con rayos laser.

b) Mantener y profundizar los programas de ayuda directa los productores con la pignoración, facilidades de crédito, investigación de semillas mejoradas, mecanización de cultivos.

c) Regionalizar el cultivo para que sólo se siembren las áreas arroceras por su naturaleza para tal cosa, como el Bajo Yuna, y asociar en grandes cooperativas a los productores de la Reforma Agraria para acabar con la dispersión y hacerlos atractivos a los grandes créditos.

No debemos abrigar esperanzas en una gestión como la sugerida por Andy. De hecho, el Decreto de Salvaguarda, con todos sus dispositivos, devolvió la plena confianza en los cosecheros y todos los relacionados con el cereal, que después de recuperar la rentabilidad ideal, como se ha dicho aquí, sólo necesitaban ese apuntalamiento.

La alegría y confianza en el futuro ha vuelto a los predios arroceros de todo el país en este mes de diciembre que concluye, como se está expresando con la plena faena relacionada con la cosecha de primavera.

Si de buena voluntad surge como iniciativa del presidente Trump revisar el TLC para, entre otras cosas garantizar no será obstáculo para la seguridad alimentaria representada en el arroz dominicano, bienvenida sea. Pero nunca dejar en el ambiente que estamos tras de ese casi imposible, porque sería dejar atrás y anular el importante y severo paso que ha dado el gobierno en defensa del cultivo.

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