NACIONES UNIDAS.- En Haití se trafican armas cada vez más sofisticadas, procedentes principalmente desde Estados Unidos, y en especial desde Florida, en un contexto de creciente anarquía en la empobrecida nación caribeña, indicó un reporte de Naciones Unidas publicado el viernes.
Una red, en la que hay miembros de la diáspora haitiana, “suele adquirir armas de fuego en Estados Unidos” y las introduce de forma ilegal en Haití por tierra desde la vecina República Dominicana o por aire, usando incluso pistas clandestinas, pero sobre todo por mar, apuntó el informe de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, con sede en Viena.
“Pistolas populares que se venden por 400 o 500 dólares en armerías con licencia federal o en ferias privadas de armas en Estados Unidos pueden revenderse por hasta 10.000 dólares en Haití”, indicó el documento. “Los rifles de mayor potencia, como los AK47, AR15 y Galils, suelen ser los más demandados por las pandillas”.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó de “un incremento en el tráfico de armas de fuego desde Florida a Haití entre 2021 y 2022”, y un vocero señaló que cada vez se incautan armas más sofisticadas que se dirigían a puertos haitianos, ”incluyendo rifles de francotirador de calibre .50, rifles de .308 e incluso ametralladoras alimentadas a través de cinta”.
“Normalmente, las armas se adquieren a través de testaferros en estados estadounidenses con leyes de armas menos estrictas y con menos restricciones de compra” y luego se llevan a Florida, donde se ocultan dentro de bienes de consumo, equipos electrónicos, forros de prendas de vestir, alimentos congelados e incluso en el casco de los mercantes”, agregó
El reporte de 47 páginas, titulado “Mercados delictivos en Haití: cartografía de las tendencias del tráfico de armas de fuego y drogas”, recoge las dificultades que supone patrullar los 1.771 kilómetros (1.100 millas) de costa del país y los 392 kms (243 millas) de su frontera terrestre con Dominicana, en un momento en que la policía nacional, la fronteriza y la guardia costera no cuenta con personal y recursos suficientes y son “objetivo cada vez más frecuente de las pandillas”.
Las bandas fuertemente armadas también atacan puertos, autovías, infraestructura crítica, oficinas de aduanas, comisarías de policía, tribunales, prisiones, negocios y vecindarios, explicó el reporte. Y durante 2022 y principios de 2023 han ampliado su control sobre los principales accesos a las ciudades, incluyendo la capital, Puerto Príncipe.(LATimes)