Haití.- Desde Puerto Príncipe, el Ministerio de Agricultura de Haití reafirmó este jueves que la construcción del polémico canal en el río Masacre «debe seguir adelante». En consecuencia, ese despacho sentenció su apoyo las obras, pese al conflicto surgido con República Dominicana.
«Sí, el canal debe construirse. Sí, hay que esforzarse para que el agua llegue a los canales como es debido. Es a través de la solidaridad y la unidad como puede regarse la tierra de (la llanura de) Maribahoux», afirmó este jueves en un comunicado el Ministerio haitiano de Agricultura.
La nota agrega que el ministerio de Agricultura de Haití decide «apoyar la construcción del canal. Principalmente como forma de garantizar que se cumplen las normas técnicas y que no tenga impacto en la vida de las personas y las plantaciones» de la llanura de Maribahoux.
Ministerio de Agricultura de Haití desmiente contactos con RD
El departamento gubernamental haitiano desmintió las versiones de que habría compartido un documento secreto con República Dominicana que daría la razón sobre su postura en torno a la construcción del canal sobre el río Masacre.
«El Ministerio desmiente este rumor. No tiene ningún fundamento», indica la cartera. Además, asegura que ese despacho siempre defiende «el derecho de Haití a beneficiarse de forma equilibrada de los recursos que comparte con el vecino dominicano».
El departamento de Agricultura resalta que siempre está dispuesto a sentarse «con todos los sectores implicados en la construcción del canal. Principalmente para una mejor planificación de las obras». Y añade: «La movilización es una expresión de la solidaridad y el patriotismo de una población que quiere mostrar al mundo que Haití es libre».
Las obras del canal mantienen una crisis con el gobierno dominicano, que defiende que la construcción del canal en el lado haitiano del río contraviene el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929. Asimismo, el Protocolo de Revisión de 1936, cuyo articulado señala que «ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas».