SANTO DOMINGO. – Una investigación reveló la presencia de niveles nocivo de arsénico y metales pesados en el arroz de Estados Unidos que se vende en República Dominicana.
Para el análisis fueron evaluadas muestras de arroz que se comercializan en almacenes y mercados de Santo Domingo Este y el Distrito Nacional.
El programa de televisión Toda la Verdad, que conduce Odalis Castillo y se transmite por VTV 32, mandó a analizar varias muestras del arroz americano que se vende en el país al laboratorio Franja Comercial, que encontró niveles significativos de arsénico, amonio cuaternario, propilen glicol, nitrito, nitrato, cobre y fosfato.
Las muestras arrojaron resultados preocupantes: todas contienen arsénico. Tres de ellas registran niveles entre 5 y 10 partes por millón, y una presenta entre 0 y 5 partes por millón. Este descubrimiento pone de relieve una problemática latente en la agricultura.
Los metales pesados, como el arsénico, son altamente tóxicos y pueden desencadenar una serie de problemas de salud, desde trastornos neurológicos hasta enfermedades metabólicas crónicas. Estos pueden incluir migrañas, problemas de piel, dolores de cabeza, trastornos hepáticos y una serie de disfunciones orgánicas, incluyendo la diabetes y el cáncer.
Estos metales pesados, en concentraciones nocivas para la salud, plantean serias preocupaciones para quienes consumen este alimento como parte fundamental de su dieta diaria.
Altagracia Paulino, exdirectora de Proconsumidor, opinó que “Salud Publica, Aduanas, Industria y Comercio, Proconsumidor, Agricultura, deben hacer una reunión de urgencia para determinar la cantidad de arroz que hay en el mercado porque con eso protegemos la salud de los ciudadanos”.
El pasado 26 de febrero, el presidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz (Fenarroz), Marcelo Reyes Jorge, dio a conocer a la opinión publica los resultados de un estudio de la Universidad de Michigan sobre el grado de arsénico del arroz que exporta Estados Unidos a Haití, creando una alerta sobre la importación y necesidad de mantener la soberanía alimentaria como el principal alimento que consumen los dominicanos.