“Entre noviembre y febrero es frecuente ver un aumento de los casos de afecciones respiratorias de las vías aéreas, tanto altas como bajas. Los protagonistas de estos procesos son, por lo regular, asociados a virus que emergen de manera programada para esta fecha, asociándose a la baja de las temperaturas”, explicó la presidenta de la Sociedad de Neumología y Cirugía del Tórax, Evangelina Soler.
Del domingo 6 al sábado 12 de diciembre se notificaron 92 casos sospechosos de infección respiratoria aguda y en las cuatro semanas previas, 322 casos, para un acumulado de 6,278 casos hasta esa semana, según el boletín epidemiológico semanal de la Dirección General de Epidemiología.
“Los virus de la influenza, el rinovirus, los adenovirus, los mismos coronavirus de otras especies diferentes al SARS-CoV-2, en definitiva, que son muy frecuentes para esta época en que la temperatura suele bajar de los niveles acostumbrados”, indicó la especialista.
Tanto Soler, como la viceministra de Salud Colectiva, Ivelisse Acosta, advierten que las sintomatologías de estos virus son muy parecidas a los que presenta el COVID-19, por lo tanto, recomiendan acudir al médico inmediatamente los tengan.
“Es importante, cuando tenga síntomas asociados, como malestar general, dolor de cabeza, tos seca, dolor del cuerpo y articular, secreción nasal y lagrimeo, que acuda de inmediato a su médico porque esos síntomas pueden estar relacionados con el COVID-19”, dijo Soler.
Explicó que los virus respiratorios se pueden identificar bajo algunos laboratorios como el panel viral, y también puede ser acompañado del SARS-CoV-2, pero debe ser especificado.
Virología
De su lado, el virólogo Robert Paulino, indicó que no se han identificado virus respiratorios nuevos, sino aquellos que tienen temporalidad. “Vamos a tener una incidencia igual de la influenza, pero también hay una serie de coronavirus humanos”, señaló.
Paulino concuerda con Soler y Acosta en que las sintomatologías de estos virus son parecidas al COVID-19, pero aclaró que, en el caso de la influenza, la fiebre es más alta que en el SARS-CoV-2, la tos no es seca y provoca dolor muscular y articular más fuerte.
“Ante el COVID-19, lo que se ha estado haciendo en los laboratorios es incluyendo además del COVID-19 otros virus respiratorios para irlos discriminando e ir viendo qué está pasando con esos otros”, señaló.