Puerto Príncipe, Haití.-El primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, aseguró hoy que la situación está bajo control y se garantizará la continuidad del Estado, tras el asesinato del presidente Jovenel Moise.
El titular dijo a la prensa que actualmente se reúne con el Consejo Superior de la Policía Nacional para adoptar las medidas y mantener la seguridad.
Los hechos
En un comunicado leído en las radios locales, Joseph confirmó que un comando de hombres armados ingresó en la madrugada en la residencia del mandatario cerca de la 01:00, hora local.
El grupo de individuos no identificados, en el cual algunos hablaban español, hirió mortalmente al gobernante, mientras la primera dama recibió un disparo y está siendo atendida.
Testigos del hecho dijeron a medios de comunicación que los «mercenarios» se identificaron como agentes de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
El magnicidio ocurre en un momento de gran crisis política en el país, y a pocos meses de las elecciones generales programadas por el Gobierno para renovar al personal político.
Embajada de Haití condena asesinato
La Embajada de la República de Haití, en Santo Domingo, confirmó el asesinato del presidente Moise y dijo que el primer ministro interino, doctor Claude Joseph, es la autoridad competente que tiene a su cargo la dirección del país.
Informó que el país está bajo control de sus autoridades legítimas y que el Consejo Nacional de la Policía Nacional de Haití asume el liderazgo de la seguridad del país y acompaña tanto al pueblo haitiano como a todas las autoridades de la nación.
«Personalmente, el embajador Augustin expresa su simpatía a la comunidad haitiana del país y su condena absoluta del atentado contra la familia presidencial», dijo.
Intensas protestas marcaron gestión
Moise arribó a la presidencia en febrero de 2017, tras un controvertido proceso electoral en el cual solo votó el 20 por ciento del padrón.
Su gestión estuvo marcada por intensas protestas antigubernamentales, la agudización de las discrepancias políticas y un aumento de la inseguridad con la proliferación de bandas armadas, que provocó el desplazamiento reciente de más de 13 mil personas de barrios desfavorecidos.