Rubén Darío Jiménez, ultimado este martes por miembros de la Policía Nacional en un supuesto intercambio de disparos, recibió ocho impactos de balas. Estaba prófugo luego de haber asesinado a su expareja y a tres miembros de la familia de ella.
Junto a él murió, también a tiros, José Luis Mañón, de 20 años, quien alegadamente era un taxista. Recibió cuatro tiros.
Los hombres fueron baleados dentro del carro en que llegaron a la cabaña Presidente, de la autopista San Francisco, en Santo Domingo Este, según versiones.
La cantidad de tiros que les dieron fue confirmada por Peter Arias, el médico legista que levantó los cadáveres y los llevó al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para fines de autopsia.
Mientras que los dos agentes heridos fueron llevados al hospital Darío Contreras para recibir atenciones médicas.
Los hombres llegaron en un carro Mazda Demio, placa A 684484 y se disponían a ingresar a una de las habitaciones cuando fueron sorprendidos por los agentes policiales.
El auto recibió varios impactos de balas y los cristales, trasero y lateral, resultaron rotos por la ráfaga que les lanzaron a los hombres.
Los cuerpos fueron sacados de la cabaña luego de las 4:50 de la tarde.