WASHINGTON .— Una redada policial de 30 días destinada a combatir los delitos violentos en las principales ciudades de Estados Unidos resultó en el arresto de más de 1.500 fugitivos, entre ellos criminales violentos, delincuentes sexuales y pandilleros, anunciaron las autoridades el miércoles.
La iniciativa, denominada ‘Operación North Star’, fue llevada a cabo por el Servicio de Alguaciles de EEUU a lo largo del mes de junio y se enfocó en 10 centros urbanos que han experimentado un notable aumento en las cifras de homicidios y tiroteos en los últimos años.
Las ciudades objetivo fueron Baltimore, Chicago, Houston, Indianápolis, Los Ángeles, Memphis, Nueva Orleans, Nueva York, Filadelfia y Washington DC.
Las autoridades dijeron que la operación estuvo centrada en fugitivos buscados por delitos graves y violentos, incluidos homicidio, agresión sexual o robo.
“El Departamento de Justicia se compromete a hacer todo lo posible para proteger a nuestras comunidades de los delitos violentos y así poner fin a la plaga de la violencia armada”, dijo el secretario de Justicia de EEUU, Merrick Garland, en una sesión informativa en el Departamento de Justicia el miércoles.
“La ‘Operación North Star’ refleja el enfoque que estamos adoptando en todo el departamento para trabajar en asociación con las agencias de seguridad y las comunidades para identificar a los responsables del aumento de la violencia”, dijo Garland.
El director del Servicio de Alguaciles de EEUU, Ronald Davis, dijo que la operación “se centró en los criminales más peligrosos que causan el mayor daño”.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y los criminólogos dicen que tales arrestos selectivos pueden ser parte de una estrategia efectiva en la lucha contra el crimen, porque la mayor parte de la violencia armada a menudo la comete un pequeño número de criminales reincidentes.