Hay un problema de RD que somos nosotros los dominicanos que debemos y tenemos que resolver sobre el tema haitiano.
El gobierno y los ciudadanos dominicanos somos los que tenemos el reto de resolverlo.
Independientemente de los esfuerzos que se hacen para que la Comunidad Internacional asuma su cuota de responsabilidad. ¡La verdad completa ha de ser dicha!
La inmigración haitiana hace años, es un negocio muy lucrativo. Aquí se benefician muchos y puede decirse que se ha convertido en un negocio de Estado.
Los haitianos pagan 15,000 pesos para venir ilegales en una guagua de transporte público rural y/o interurbano.
Si llevan 10 ilegales son 150 mil por viaje. En cada puesto de chequeo dan 300 pesos por cabeza, o sea 3,000 pesos por puesto de chequeo. Eso es una corruptela en la que hay autoridades envueltas.
Una vez aquí, en el país, son empleados en la construcción. Sector construcción en el cual, el 90 % son haitianos; la agricultura motor de la economía agroindustrial 80% son haitianos. Sector en el que hay mucha competencia a nivel internacional, para competir se opta por mano de obra barata.
Una parte de empresarios obtienen ganancias con esa mano de obra barata.
Parte de la clase media los utiliza en sus hogares como trabajadoras domésticas, jardineros, serenos, hasta guachimanes. Cuidan las fincas, villas, empresas, etc. En el concho y motoconcho (taxis públicos) están incursionando en gran número.
Chinos
Además de los nativos, los comerciantes chinos utilizan esa mano de obra barata. Solo contratan haitianos, les pagan 8,000 mensuales en los pica pollos y 10,000 en las tiendas, cabañas y ferreterías, etc. La mayoría no paga impuestos.
El Estado les vende a 400 dólares las visas de turistas por un año, solo pueden durar un mes en el país y deben de pagar 20 dólares mensuales para chequear la visa, cómo si entraran y salieran, pero lo que hacen es enviar el pasaporte con los 20 dólares para poner los sellos en Migración de la frontera.
La aplicación de la ley de migración también, se convierte en un negocio, los ilegales que son capturados si tienen dinero también son dejados en libertad, la transacción se realiza por medio de su pasaporte, dentro del pasaporte llevan una papeleta de 500 pesos por si son sorprendidos, ya los inspectores conocen esa mafia.
Solicitan el pasaporte, si tienen los 500 pesos, sin visa, con visa o sin el chequeo mensual, cogen sus 500 pesos y los dejan libres.
Parturientas
Con relación a las parturientas haitianas, se ha creado la percepción de que todas vienen de Haití a parir en los hospitales.
La gran mayoría reside de manera ilegal en el país, bateyes, barrios y suburbios, etc.
Las cifras presentadas se pueden tomar solo para reflejar el aumento de la inmigración haitiana en los últimos años. El crecimiento del porcentaje de parturientas es directamente proporcional al crecimiento de la inmigración.
Las inmigrantes que vienen a parir al país normalmente lo hacen en los hospitales de las cinco provincias limítrofes.
Estás cifras sólo reflejan la realidad de una parte de los hospitales públicos.
Los hospitales que están gerenciados por patronatos son semi privados, aceptan SENASA subsidiado, pero no se puede ir sin seguro, sin distinción de personas, están excluidos.
La clase alta, media y una parte de los pobres con empleos formales dan a luz en las clínicas privadas debido a la ampliación del seguro nacional de salud.
Por eso cuando dan las estadísticas pareciera que en el país nace un treinta por ciento de hijos de extranjeros, pero no es así hay un sesgo en la data, solo son cifras de algunos hospitales.
Las dominicanas que dan a luz en centros privados o semiprivados, no figuran en estás estadísticas.
Por ejemplo, aquí en el Distrito Nacional las extranjeras sólo pueden ir a la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y en la provincia de Santo Domingo a la maternidad San Lorenzo de los Minas.
Estás cifras de las maternidades antes mencionadas, el Cabral y Báez, las cinco fronterizas son publicadas y usadas por el Estado para recibir ayudas de los organismos internacionales Organización Panamericana de la Salud (OEA) y Organización Mundial de la Salud (ONU).
Cada estado miembro aporta a dichos organismos a esos efectos. Por eso es que los ministros del gobierno en público siempre dicen que la salud y la educación son universales.
El planteamiento final es que se requiere la aplicación severa de la ley, sanciones ejemplarizadoras, ante las mafias que generan estas consecuencias peligrosas e insostenibles para el país al presente, mediano y largo plazo.
Por Nelson Feliz