Dra. Gladys Feliz Pimentel
La autora es líder social, presidente Movimiento Renacer Nacional (MORENA).
Comenzaré con esta crónica en tres partes; diciéndoles que soy de Barahona y nuestro pueblo es un pueblo cañero, con bateyes y braseros haitianos, pero en la ciudad hasta antes del 1996, era muy difícil encontrar en las calles un haitiano, y hoy de un barahonero en las calles podemos ver veinte haitianos, tienen casa de acogidas a pocos metros de la calle Uruguay, con ONGS extranjeras, dirigidas por dominicanos.
No podemos visitar nuestros padres en el cementerio solos, porque muchos de ellos viven dentro de las tumbas, cocinan, duermen, se bañan, defecan y te atracan, ni hablar de cómo desmantelan y les roban lo que tienen y hasta violan las tumbas, para sacar los cadáveres para trabajos de hechicería. Justo al lado del cementerio han hecho un asentamiento a los ojos indiferentes de las autoridades y del pueblo.
En el año 1986, visité por primera vez la ciudad de Santiago y me enamoré de esa ciudad, sus calles limpias, su gente amable y educada, me dije voy a emigrar a esta ciudad y voy a instalar mi oficina de abogados aquí y hasta llegué a buscar un local en la calle del Sol, pero la enfermedad de mi padre me lo impidió. En esa aventura en Santiago disfruté y visité el Monumento, visité una discoteca muy famosa en ese entonces, había una frase en Santiago muy común que rezaba “SANTIAGO ES SANTIAGO, LA SEGUNDA CAPITAL”.
Hace unos días volví a visitar a Santiago y quiero que sepan que sólo vi haitianos, en todas partes, muchos locos haitianos deambulando, parece una provincia haitiana, caminé sus calles con temor, porque es muy difícil caminar y solo ver haitianos y haitianas preñadas la mayoría, me dije con espanto: perdimos a Santiago!
Si vamos al Este del país, los haitianos han tomado esa región, el Sur está tomado totalmente, el Norte en especial Puerto Plata esta también tomado y a esto sumémosle el Distrito Nacional y la Provincia Santo Domingo.
En pocos años ellos ya habrán tomado totalmente el país, sin tirar un tiro como lo predijo Solanger Pierre, todo esto con la complicidad de nuestros gobiernos del 1996 hasta la fecha; es un monstruo que sigue creciendo y desarrollándose sigilosamente dentro de nuestro territorio, que nos amenaza todos los días a sucumbir junto con ellos, a convertirnos una nación anárquica, sin control, que nos lleva a la desaparición de nuestra cultura, como son nuestro idioma, nuestra religión, nuestra seguridad, que aniquila nuestros derechos a la educación, a la salud, que terminará robándonos la paz social que tanto nos ha costado establecer a fuego y sangre.
Hacia dónde vamos, que nos espera si no lo detenemos y actuamos… Haremos una comparación con la historia contemporánea en la próxima entrega, de los Balcanes y de pueblos de África y la Geopolítica…
Continuará…