SANTO DOMINGO,RD.- La pandemia de la covid-19 provocó un aumento en la mortalidad materna en la República Dominicana, que en 2020 registró una tasa de 127 por 100,000 nacidos vivos, muy por encima del promedio para Latinoamérica, que fue de 67 por 100,000 nacidos vivos, según datos ofrecidos este jueves.
Las principales causas fueron la hipertensión inducida por el embarazo, las hemorragias, la sepsis y el aborto, «que son también altamente prevenibles», dijo la representante en el país del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Rosa Elcarte, en un acto con directores de hospitales donde nacen aproximadamente el 80 % de los bebés atendidos en el sistema público de salud del país.
La República Dominicana registró el año pasado 208 muertes maternas frente a las 173 de 2019, según el boletín epidemiológico.
Los datos suministrados hoy por Elcarte indican que pese a que República Dominicana es un país con ingreso medio alto y tiene una elevada cobertura de control prenatal (98.9 %) y de parto institucional (97.5%).
«Las cifras de mortalidad materna y neonatal no se corresponden con esa realidad y están muy por encima de los promedios para la región de América Latina y el Caribe», afirmó.
Las últimas cifras disponibles para la mortalidad neonatal, correspondientes a 2019, fueron de 19.4 por 1,000 nacidos vivos en contraste con la mortalidad neonatal en Latinoamérica, que en ese mismo año fue de 9 por 1,000 nacidos vivos.
Las causas de esas muertes en el país corresponden a distrés respiratorio y sepsis, las cuales también son evitables.
En su intervención ante los directores de los hospitales, Elcarte pidió «redoblar los esfuerzos para revertir esta situación negativa y liderar de una forma propositiva y comprometida sus planes de mejora para que la atención obstétrica y neonatal en sus servicios de salud esté adherida a los protocolos del Ministerio de Salud».
En el acto también intervino el director del Servicio Nacional de Salud, Mario Lama, quien subrayó que la mortalidad materna e infantil es un «gran problema» para la República Dominicana, que en época de pandemia se convierte «en un doble problema», por lo que mejorar los indicadores «es un gran reto».