SANTO DOMINGO.- El Gobierno decretó un plan de austeridad y racionamiento del gasto público, con el que espera mitigar el impacto de la pandemia del COVID-19 en la economía de la República Dominicana.
El decreto presidencial establece considerables reducciones en gastos relacionados con viajes al exterior, compra de vehículos de lujo, remodelaciones de alto costo, agasajos y celebraciones.
La disposición también alcanza las donaciones, obsequios, uso de instalaciones privadas para la realización de actividades, y hasta el uso de personal policial o militar asignado a funcionarios públicos, con muy contadas excepciones establecidas en el propio decreto.
También prohíbe la salida al exterior de servidores públicos en viajes oficiales que no cuenten con autorización previa y la consecuente compra de boletos aéreos.
De igual manera, prohíbe las compras de vehículos de motor, excepto los utilitarios que sean imprescindibles para la adecuada ejecución de las funciones a las que sean asignados y debidamente autorizadas.
Igualmente, solo se autorizarán exoneraciones y exenciones de vehículos según lo establecen las correspondientes leyes aplicables y se denegará cualquier solicitud relacionada, que no tenga su base en alguna ley.
Prohíbe también el uso de vehículos oficiales durante fines de semana y días feriados, el uso de flanqueadores motorizados en desplazamientos de los servidores públicos, con claras excepciones del Presidente y Vicepresidenta de la República, ministros de Defensa e Interior y Policía, Director General de la Policía Nacional, Procuradora General de la República, Comandantes generales de los cuerpos castrenses, Presidente de la DNCD y el Director del DNI.
En el caso específico de la Policía, se ordena la reducción de personal asignado a instituciones y funcionarios en al menos un 50%, para que el resto sea dedicado a la implementación efectiva de la Estrategia Nacional Integral de Seguridad Ciudadana “Mi País Seguro”.