Si analizamos las primeras palabras pronunciadas por la primera dama de Haití, Martine Moïse, herida de balas durante el desarrollo del hecho que terminó con el asesinato de su esposo, el Presidente Jovenel Moïse, de que la muerte de su compañero sentimental fue por nuevas elecciones y agua, está claro de que el crimen tuvo que ver con la construcción del canal del dominicano Río Masacre, iniciada por sectores económicos haitianos.
Eso deja establecido que sectores empresariales haitianos estaban presionando al Presidente Moïse, para que se continúe con el proyecto y parece que el asesinado gobernante se había decidido por una solución negociada, como lo planteó el jefe de Estado de la República Dominicana, Luis Abinader.
Y si recordamos que el Presidente de Haití había denunciado que un sector económico quería asesinarlo, se deduce que algunos miembros de ese grupo u otros del área económica haitiana, podrían estar implicados en el crimen. Parece que la “menoría” de haitianos, que es la que controla el país, no se acostumbra a vivir en democracia, porque para ellos el desorden es lo más fructífero en materia económica.
Y se analizamos algunas de las palabras pronunciadas por la señora Martine en el funeral del asesinado Presidente, de que los principales asesinos de su esposo pertenecen a la oligarquía haitiana, entonces todo parece estar claro. Y nosotros agregamos, también fue obra de los políticos corruptos haitianos.
Desprendiéndose de las palabras de la señora Martine, entonces la idea de canalizar el Río Masacre podría ser para represar esa fuente “aguífera” en la parte haitiana, en perjuicio de los residentes dominicanos ubicados en la frontera entre ambos países. ¡La seguridad de nuestro Presidente debe estar cada día con los “ojos más abiertos”!
¡Esos grupos ya tienen un aval! Mataron a un Presidente. Una cosa es que los dominicanos tengamos diferencias políticas, económicas o sociales y otra es la responsabilidad que debe tener cada ciudadano de este país, para velar por la seguridad de nuestros gobernantes con sus gobernados. ¡Sólo tenemos diferencias de criterios!
La solución al problema del Río Masacre, debe ser dejarlo como estaba antes o aplicar una acción de común acuerdo entre el Estado Dominicano y Haití. ¡No decimos entre ambos Estados, porque del otro lado eso no existe!
Los que mataron al democrático Presidente de Haití, difícilmente se conozcan, pero ahora. ¡Pagarán los intermediarios! Pero los patrocinadores no podrán vivir en paz, porque la conciencia los juzgará mientras vida tengan.
Sus asesinos no se acostumbran a los cambios a favor de los más necesitados de esa empobrecida nación. Esperamos que un día ese país tenga una Constitución como la que tienen la demás naciones de América Latina, cada quien con su Presidente y vicepresidente, lo que impediría el vacío institucional si faltare el primer mandatario de la nación, como ocurre en Haití en los actuales momentos. ¡Eso evitaría los continuos golpes de Estado en Haití!
No hay ninguna duda de que el Río Masacre, dominicano desde el comienzo hasta el final, es una prioridad para un sector económico de la sociedad haitiana, aunque a ese territorio sólo entra una pequeñita porción. Es lamentable que los poderosos haitianos, en materia económica, no hagan inversiones apropiadas para tener agua permanente.
Ellos prefieren seguir cortando los pocos árboles que tiene Haití para seguir haciendo crecer sus capitales, aunque muchos lo hacen para convertirlos en carbón y conseguir un dinerito para el sustento familiar. La deforestación sigue alejando las lluvias en Haití, el país más pobre del mundo. ¡Es la misma historia!
Los precios de la mayoría de los alimentos y otros artículos volvieron a dispararse en los últimos días. El gobierno debe iniciar la producción de alimentos agrícolas con una visión más amplia. Y también ocurre lo mismo con los materiales para la construcción. ¡Ya lo escribimos en otros trabajos!
Hay que destacar los esfuerzos del gobierno del Presidente Luis Abinader, para proteger la propiedad privada de invasores que organizan grupos para ocupar tierras, especialmente en el área del Cibao, cuyo fin es coger terrenos y vendérselos a incaustos. Los cabecillas de los invasores se mueven en yipetas y otros vehículos lujosos.
El nuevo Código Penal, en su artículo 292, aprobado por los diputados, establece penas de entre cuatro y diez años para los invasores. A eso se le agrega que los condenados por invadir propiedades privadas, deberán pagar de cuatro a diez salarios mínimos del sector público. Ahí no cuentan las penas por asociación de malhechores, que pueden ser de seis meses hasta 30 años de prisión. ¡Buena disposición del gobierno perremeísta!
Aún con todos los errores que comete el gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), bajo la Presidencia de Luis Abinader, la oposición debe pensar en la victoria y desde ya comenzar los amarres para una gran alianza. ¡Debe desarticular al PRM en los primeros dos años!
Una alianza política formada a tiempo por el PLD, la Fuerza del Pueblo de Leonel Fernández Reyna, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y algunos partiditos más, obligaría a los funcionarios del gobierno del PRM, a comenzar a empacar sus bultos para retornar a sus hogares.
No debe originarse un pleito para escoger los candidatos presidenciales, sino que la prioridad debe ser la de recuperar el poder por decenas de años. Los candidatos presidenciales deberán surgir en el tiempo.
La estrategia de Abinader de reunirse con la dirigencia del PRM en cada viaje que realiza a una comunidad, le está dando buenos resultados. Los dirigentes perremeístas están callados. Y si están tranquilos, es porque el gobierno por alguna vía les está solucionando sus principales problemas económicos.
El informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre el continuo endeudamiento del gobierno de República Dominicana, la falta de normas claras, las acusaciones de corrupción contra funcionarios públicos, las solicitudes de sobornos, demoras en los pagos oficiales, la falta de transparencia y otras advertencias hechas por esa nación a sus inversionistas, los cuales son mayoría de extranjeros en este país, se esperaba.
La versión del gobierno norteamericano, a través del Departamento de Estado, es mucho más profunda, debido a que les advierte a los inversionistas extranjeros radicados en República Dominicana, que el clima de inversión en los próximos años dependerá de las reformas que pueda implementar el gobierno dirigido por Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Pero el gobierno de Joe Biden se fue más lejos. Advierte que el clima de las inversiones en República Dominicana, dependerá de cómo las autoridades nacionales implementen la promoción de la competitividad, envíen los funcionarios corruptos actuales a la Justicia y frene la expansión de la deuda. El gobierno de Abinader hace préstamos hasta para construir letrinas en los campos, a pesar de que el régimen del PLD dejó la nación con una de las economías más fuertes de América Latina.
Este informe es un duro golpe para el gobierno de Abinader, que no es aliado del Presidente Joe Biden, porque los vínculos del PRM son con el Partido Republicano, que estando en el poder Donald Trump, sacó de la dirección del Estado al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con su intervención directa, porque el entonces jefe del Estado Dominicano, Danilo Medina, junto a su equipo, favorecía la candidatura presidencial del hoy gobernante de Estados Unidos.
La intervención del Presidente Trump, que rompió los límites protocolares, fue tan grande que fue capaz de enviar al país a su secretario de Estado, Mike Pompeo, para advertirle a Medina que Estados Unidos no apoyaba su repostulación, que el mandatario dominicano ganaba y también la reelección. La presión de Trump acabó con Danilo, aunque eso también se esperaba, debido a que éste les estaba dando todas las facilidades a los seguidores de Joe Biden, para que se movieran buscando votos entre los dominicanos nacionalizados norteamericanos.
La intervención de Trump en nuestro país fue tan decidida, que “apoyó” la cancelación de las elecciones en Mayo del 2020, el mismo día que se desarrollaban, cuando el PLD barría en todo el país. ¡Y luego se hizo todo lo que era posible para que el PLD perdiera y ganara Abinader! El Presidente Abinader es un hombre con mucha influencia en el Partido Republicano de Estados Unidos. ¡Por eso está en el poder!