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EE.UU: Policía dominicano denuncia racismo de atacantes del Congreso

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WASHINGTON.- Un policía dominicano del Capitolio narró ante un comité especial de la Cámara de Representantes la nefasta experiencia que vivió durante el acto de insurrección contra el Congreso, en el que recibió heridas y ataques xenofóbicos.

Aquilino Gonell dijo que pensó que iba a morir. «Es un trauma constante”, expresó el sargento Gonell, uno de cuatro policías que testificaron en el inicio de las audiencias del comité especial de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero.

Como uno de los líderes de la unidad que responde a «disturbios civiles”, Gonell, un veterano de la guerra de Irak de 2003, se enfrentó en la terraza del lado oeste del Capitolio a las turbas que motivados por el entonces presidente Donald Trump fueron al Congreso para tratar de bloquear el conteo de votos del colegio electoral que confirmó la victoria de Joe Biden.

Gonell resultó con heridas en su pie derecho- que requirió una operación-, sus manos y el hombro. Naturalizado estadounidense, el sargento Gonell emigró de República Dominicana cuando tenía 12 años.

El dominicano indicó que mientras le atacaban las turbas le cuestionaron su patriotismo solo por el color de su piel. “Vieron mi piel y dijeron ‘tú no eres ni siquiera estadounidense’”, relató.

Su colega afroamericano Harry Dunn, mientras, dijo que le lanzaron insultos raciales continuamente. Pero, sostuvo que no los procesó directamente, pues dedicó sus energías a sobrevivir.

“Eso fue un golpe de estado lo que ocurrió ese día…Si hubiese ocurrido en otro país, Estados Unidos hubiese pedido ayuda. Nos llamaban traidores, aunque eran ellos lo que cometían un acto traicionero”, indicó Gonell.

Al ser preguntado por las expresiones de Trump de que las turbas fueron una “multitud amorosa”, Gonnell afirmó que son comentarios patéticos, más aún cuando el entonces presidente “los incitó para que continuaran peleando”.

“Todos nos decían que Trump los envió”, agregó.

Gonell dijo que los atacantes utilizaron escudos policiales, macanas, tubos, bates de béisbol, mazos, mástiles, tasers, aerosol que se utiliza para alejar osos y piedras.

También censuró que el republicano Andrew Clyde (Georgia) haya comparado a los insurreccionistas con “turistas”.

“¿Cómo se puede describir como una visita turística un ataque a un oficial de policía cuando ves mis manos sangrando, cuando ves a todos los oficiales con conmociones cerebrales, mutilados, dedos destrozados, ojos arrancados?”, cuestionó Gonnell.

El agente de la Policía de Washington D.C. Daniel Hodges, por su parte, indicó que si las turbas fueron turistas, entonces “puedo ver porque en países extranjeros no les gustan los turistas estadounidenses”.

Como los policías, los nueve miembros del comité especial que investiga el ataque se mostraron visiblemente conmocionados por los testimonios.

La congresista demócrata Stephanie Murphy (Florida) dijo que durante el ataque vio al policía Hodges ser pillado contra una puerta. “Tengo un hijo de 10 años y una hija de siete años. Son la luz de mi vida. Y la razón por las que pude abrazarlos de nuevo fue por el valor suyo y de sus colegas oficiales. Un agradecimiento de corazón para usted”, sostuvo Murphy.

El comité especial – presidido por Bennie Thompson (Misisipi)- está integrado por siete demócratas y dos republicanos.

Pero, el liderato de la minoría republicana, encabezado por Kevin McCarthy (California), un aliado del expresidente Trump, se desvinculó de la pesquisa después de que la presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, excluyó de la comisión a Jim Banks (Indiana) y Jim Jordan (Ohio), por expresiones que buscan normalizar el ataque al Congreso.

Una vez Pelosi excluyó dos de sus cinco nombramientos, McCarthy, en protesta, desvinculó al liderato de su caucus de la investigación.

Previamente, sin embargo, Pelosi había nombrado a la comisión a la republicana Liz Cheney (Wyoming), quien fue destituida en mayo del tercer puesto en jerarquía de la minoría cameral por denunciar constantemente “la gran mentira” de que a Trump le robaron las elecciones.

Después de McCarthy retirar sus otros tres designados, Pelosi agregó a la comisión a Adam Kinzinger (Illinois), otro republicano que ha defendido el resultado de la elección y cuestionado el que hasta dos tercios de sus colegas de caucus buscaran tachar votos del colegio electoral.

Cheney, quien es constantemente atacada públicamente por el expresidente Trump, defendió su participación en la pesquisa. “Cuando surge una amenaza a nuestro orden constitucional, estamos obligados a elevarnos por encima de la política”, indicó.

“Quiero saber lo que pasó ese día, pero más importante quiero que todos los estadounidenses puedan confiar en el trabajo de este comité”, sostuvo, por su parte, Kinzinger.

El demócrata Thompson afirmó que debe investigarse hasta el fondo porque no hubo una transición pacífica del poder.

“Corrieron por los pasillos gritando ‘¡Cuelguen a Mike Pence!’ ‘¿Dónde está Nancy? ’Irrumpieron en el Senado porque querían evitar que el Senado certificara la elección. Las turbas intentaron apoderarse del hemiciclo de la Cámara por la misma razón. Afortunadamente, algunos miembros del personal, jóvenes y astutos, tuvieron la sabiduría de custodiar las papeletas electorales”, dijo Thompson.

El ataque al Congreso – el más grave contra el Capitolio en dos siglos-, provocó un segundo juicio político en contra de Trump. Aunque la Cámara baja estadounidense imputó a Trump inicitar a la insurrección, el Senado – dividido 50 a 50-, le absolvió del cargo.

McCarthy y otros líderes republicanos – al igual, por supuesto, que el expresidente Trump-, han denunciado la investigación cameral como un acto político partidista.

La pesquisa del comité especial de Cámara baja se puso en marcha después de que los republicanos del Senado lograron bloquear la creación de una comisión cívica, independiente y bipartidista, que se encargara de descubrir toda la verdad.

“El 6 de enero fue uno de los días más oscuros en la historia de nuestra democracia”, afirmó, por su parte, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Charles Schumer (Nueva York), quien al abrir los trabajos del día de la cámara alta destacó la investigación que comenzaba al otro lado del Capitolio.