Desde las altas esferas del gobierno personajes como Juan Bolívar Díaz y Willy Lozano insisten en reabrir el plan de regularización de extranjeros. Ahora quieren completar lo que iniciaron ambos en el gobierno de Danilo Medina donde mandaban mucho. También quieren que República Dominicana cumpla la orden de CIDH.
Juan Bolívar cree erróneamente que los nacionalistas somos unos pocos, que estamos “sobreestimados”. Olvida la historia: los Trinitarios eran un puñado, pero abrazaban el ideal alto y poderoso de la Patria libre e independiente. Ese sentimiento lo tienen con mayor o menor conciencia millones de dominicanos de todos los partidos y de todas las condiciones.
Nuestro embajador en España, Juan Bolívar Díaz, es promotor de la estrategia contra la nacionalidad dominicana, para someterse al diktat del CIDH en esa materia y así complacer los poderosos lobbys de Washington, así como los intereses oligárquicos tras el dominio rentista del mercado insular unificado de 22 millones. Serán derrotados.
A Juan Bolívar y Willy Lozano, entre otros, nunca les ha interesado abogar por solución internacional de problemas de Haití en Haití. Saben perfectamente que es un Estado Fallido y que eso sería lo justo para las dos naciones de la Isla, pero prefieren someterse con complacencia a la “agenda de la solución dominicana”.
“Los Providenciales son los llamados a salvar a la Patria en el infierno en que la han colocado los ateos, los cosmopolitas y los orcopolitas”, advirtió Juan Pablo Duarte. Esa luminosa sentencia, como todas las suyas, tiene más vigencia que nunca antes: siempre un pequeño puñado debe iniciar el camino de la lucha y el sacrificio.
Plantear la solución internacional a los problemas de Haití Estado Fallido no es del agrado de los organismos internacionales, ni de las potencias llamadas “amigas de Haití”, ni de la alianzas de fusión entre las oligarquías insulares. No hay fondos ni apoyo para esa verdadera solución. Eso vendrá cuando comprueben que no existe “ni puede existir” una solución dominicana a los problemas de Haití.
Para lo que si existen muchos fondos, apoyo y reconocimiento de los poderes internacionales y fácticos es para imponer “solución dominicana a los problemas de Haití”.
Haitianos en República Dominicana y dominicanos fuera, aunque sea un crimen internacional sofisticado con ropaje de solución humanitaria. Las élites disfuncionales (Haguaribe) de República Dominicana no terminan de asumir que son responsables de un proyecto nacional frágil y dependiente, que debe ser fortalecido. Muchos poderosos han preferido negociar sus intereses corporativos y sectoriales con los grandes poderes foráneos, sin importarles que así perjudican a millones de dominicanos humildes y socavan la nación histórica…Sólo los imbéciles, los resentidos, los ignorantes o los agentes pueden seguir tratando un problema internacional con profundas implicaciones de seguridad como el planteado por Haití Estado Fallido, como meros retos fronterizos y de migración. La prioridad, el objetivo estratégico supremo, es recuperar la viabilidad de Haití en Haití, y eso cambio sustancial de política exterior debe sustentarse en una gran unidad nacional…
¿ Que costaría reconstrucción de Haití en Haití?.
¿ Que tan firme y efectivo puede ser ese esfuerzo, que necesariamente debería emprenderse a largo plazo?.
Los que fregaron a Haití de muchas maneras, aparte de sus clases dirigentes, entienden que no vale la pena intentarlo, lo dan por un caso perdido, que “la solución República Dominicana” es la única opción, o la más fácil y económica…
Cuando ONU envió la primera misión técnica a Haití, en 1949, una de sus recomendaciones más apremiantes (V) fue “fomentar la migración masiva de familias enteras…sin retorno”. Por eso el empeño de darle nacionalidad dominicana de Juan Bolívar, Willy Lozano y otros qué sirven a ese plan siniestro…
El gobierno de Luis Abinader tiene plasmado en su programa el lineamiento de una política exterior que procurará la solución internacional a problemas de Haití en Haití. Ha proclamado “no hay solución dominicana a sus problemas”.
Lo mismo ha dicho también el Canciller Roberto Álvarez ante el Consejo de Seguridad de ONU. Esa debería ser la más alta prioridad: es lo justo, lo moral y lo conveniente para la paz y la estabilidad en la Isla y las Antillas….Si el embajador dominicano en España va como abanderado de las denuncias de que República Dominicana cometió “genocidio civil”, consciente de que es una burda patraña confundir indocumentación con apatridia, será muy difícil abogar por la solución internacional a los problemas de Haití en Haití.
Disonancia en la el mensaje…
En un momento en que necesitamos una agresiva política de renacionalización del trabajo, para que dominicanos pobres sin mayor calificación laboral tengan oportunidades de trabajar en su país, Juan Bolívar hace un llamado a que vengan más haitianos, porque van a dar papeles. Medio millón…
En 1999, en la Corte Interamericana de DDHH en San José, les propuse a Sonia Pierre y al Padre Roqouy que se sumarán al movimiento por la solución internacional de problemas de Haití en Haití: fue como si le mencionará al Diablo. Me dieron la espalda y dejaron con palabra en los labios…
En el grupito de dominicanos Profusión Insular hay también algunos que se mueven por un fondo de resentimiento mezclado con taras ideológicas. Eso los lleva a adoptar actitudes punitivas, pero nunca con los poderosos de fuera y de aquí. Asumen absurdamente que nación dominicana tiene una deuda que pagar…
El esquema perverso que se nos viene imponiendo ha convertido a República Dominicana en Estado Pivote y Zona de Amortiguamiento de la crisis provocada por todo el colapso de Haití. Todo dentro de una prolongada conspiración de silencio.
Así ni Haití sale adelante y la nación dominicana se va comprometiendo en una situación que lastra sus potencialidades y perjudica a su población más pobre, su identidad, su seguridad, su soberanía…
El pueblo dominicano, que ha sido el más solidario del mundo con el drama del pueblo haitiano, debe prepararse para la lucha más grande de todas sus luchas históricas. Los que creen que pueden cometer ese crimen de lesa patria de descargar la crisis haitiana en República Dominicana se llevarán gran sorpresa…Los dominicanos debemos ser los mejores aliados de un nuevo Haití en Haití- ese pueblo emblemático merece un mejor destino-, pero a la vez debemos ser enemigos acérrimos de la solución dominicana.
Eso implica también que debemos rechazar la peligrosa tentación de ejercer hegemonía o tutela sobre nuestros vecinos y su asuntos.
Ya lo dijo Duarte, “entre dominicanos y haitianos no es posible la fusión”, ni fórmula alguna de confederación.