Puerto Príncipe, (Prensa Latina) El líder de la coalición de pandillas, Jimmy Chérizier, alias Barbecue advirtió a las tropas extranjeras que van derramar su sangre en Haití en un intento de destruir el poder que tienen hoy los grupos armados.
La amenaza de Barbecue fue dirigida a la Misión Multinacional de Apoyo a la Policía Nacional de Haití (PNH) liderada por Kenya que llegará a finales de mayo.
Bajo la supervisión de Estados Unidos, Nairobi, otras naciones y la PNH intentarán dar caza a las bandas criminales.
Barbecue aseguró que las pandillas se están preparando para una larga lucha, y antes que los venza el cansancio y anuncien su retirada las fuerzas internacionales van a derramar mucha sangre.
«Mi vida depende de Dios y de mis antepasados. Si Jean-Jacques Dessalines hubiera estado preocupado por su vida, Haití no sería libre hoy», expresó Chérizier, quien se autoconsidera un revolucionario liberador.
Según el diario digital Haití Libre, los miembros de las pandillas están visiblemente divididos, pues algunos temen tener que enfrentarse a soldados experimentados y a tropas de élite bien entrenadas y equipadas.
Recientemente, Barbecue subrayó que su coalición libra una batalla para liberar a Haití de las garras de los políticos tradicionales y los oligarcas corruptos.
A la Misión Multinacional de Apoyo a la Policía Nacional de Haití, Barbecue le dijo: nadie puede asustarnos, hacernos creer que nos van a echar de nuestro país.
Somos los hijos de Dessalines. «No estamos haciendo una revolución pacífica, estamos haciendo una revolución sangrienta», sentenció el expolicía, quien responsabilizó a Estados Unidos, Canadá y Francia de un baño de sangre en Haití.